1º de julio de 1974 al mediodía se escuchaba por los medios de aquella época, tv y radio solamente, la noticia de la muerte del Presidente Perón, en pleno ejercicio de la Primer Magistratura.
Yo era un joven de 16 años que sabia muy poco de política, pero si tenia en claro como la mayoría de la población, que el general había vuelto al País a poner las cosas en orden y que con él en el gobierno, volvería el Estado de bienestar, que nuestros adultos, que habían vivido la primera y segunda presidencia de Perón, no se cansaban de repetir, ¨a partir de él se conquistaron los derechos sociales, el aguinaldo, la jornada laboral de 8 horas, las vacaciones y por los sindicatos fuertes, las obras sociales sindicales y los hoteles donde los trabajadores podían gozar con su familia de su descaso estival, impensado en años anteriores¨.
Se imaginaran que en este contexto, semejante noticia, sumado a la situación de violencia que ya se vivía en el país, donde la lucha armada entre la derecha y la izquierda, cobraban cada vez mas victimas y donde todos creíamos que el único capaz de frenar la situación era Peron, que había asumido su tercer presidencia convocando a la unidad nacional.
Era la misma sensación que si un avión esperado ansiosamente, estuviera carreteando para despegar, y de repente se hubiera acabado la pista, estrellándose antes de remontar el vuelo.
Eso era el vacío que experimentamos, al escuchar la noticia. Era la incertidumbre de lo que vendrá y lamentablemente llegaron años oscuros para la Argentina... Y me permito terminar con una famosa frase repetida por Perón, ¨la violencia solo engendra violencia¨, frase que resume la década del 70.
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